La Fundación Ideas ha publicado recientemente un interesante documento de trabajo sobre Cloud Computing. Como todo documento, mejorable, pero es interesante por el mero hecho de ser de las pocas aportaciones de los think-tank asociados a nuestros partidos políticos alrededor de políticas de Sociedad de la Información, en general, y de Gobierno Electrónico en particular. Andamos a ún lejos del Reino Unido a este respecto, país del que más de una vez he compartido estudios interesantes de think-tanks al respecto del Gobierno Electrónico.
El documento es especialmente valioso en su vertiente más técnica, algo que quizás no debería ser su fuerte dado el carácter político de su origen. Un magnífico resumen del concepto en su capítulo inicial y, sobre todo, una excelente exposición de los retos tecnológicos y legales. La enumeración de los estándares necesarios para hacer realidad el concepto de cloud-computing merece la pena ser reproducida:
- Estándares para la identificación entre nubes.
- Estándares para el intercambio de datos y metadatos entre nubes.
- Estándares para migrar aplicaciones entre nubes.
- Estándares para especificar requisitos y capacidades de rendimiento.
- Estándares para monitorizar, auditar, tarificar o reportar aplicaciones y servicios en la nube.
- Estándares para acuerdos de nivel de servicio
- Estándares para el desarrollo, despliegue y gestión de aplicaciones y servicios en la nube.
Sorprende, precisamente por este fiel retrato del estado del arte, las prisas que parecen existir para que se migre a un modelo que sólo esta en sus primeros pasos. Probablemente sea un modelo dominante, que no único, del futuro de la computación. Lo que no es, es el presente con garantías suficiente.
Tampoco son desdeñables como punto de partida las recomendaciones y propuestas que realiza. En el ámbito de la AAPP identifica de un modo correcto las barreras a superar (ver capítulo 6)
- Flexibilización y cambio de los modelos de gestión presupuestaria de las TIC en las AAPP, pasando de un sobrepeso del capítulo 6 a una prevalencia del capítulo 2
- Elaboración inmediata de guias y recomendaciones, así como de un plan estratégico de migración por los órganos competentes, así como la construcción pir dichos órganos de una nube privada para la Administración. En la AGE, por ejemplo. actualmente sería competencia de la DG para el Impulso de la Administración Electrónica dentro de la SE para la Función Pública.
- Cambios organizativos que permitan una concentración de la decisión de ciertas componentes de los servicios TIC
La argumentación económica me ha parecido quizás más floja, aunque probablemente porque no haya más. No obstante, siempre es sospechoso un estudio como el de CEBR realizado a petición de EMC, empresa con altos intereses en el deasrrollo del cloud computing.
Lo dicho, un elemento sobre el que construir un necesario debate, con implicaciones en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana dada la ubicuidad de las TIC. Ojala otras Ojala otras fundaciones similares pusieran documentos parecidos sobre la mesa. Con la sociedad de la información y el gobierno electrónico, también hay que hacer política.
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