miércoles, 22 de junio de 2011

Puesta en valor del #egov (IV): Productividad de la AAPP

La automatización de procesos en todo sector tienen como uno de sus objetivos ser más eficientes, incrementar los niveles de productividad. Hacer más con menos o más con lo mismo, es un reflejo de si este objetivo ha sido alcanzado. Se cuestiona en bastantes ocasiones si ello está siendo así en el caso de la Administración Pública, si el desarrollo del Gobierno Electrónico está sirviendo para optimizar cómo se sirve al ciudadano.

La teoría nos dice que la optimización se está produciendo. Hace unos meses "The Guardian" dió noticia de un estudio de Socitm (entidad prestador de servicios TIC a Entidades Locales en Reino Unido) dónde se hablaba de un coste de prestación de servicio presencial de 7,40 libras frente a un coste de prestación de servicio electrónico de 0,32 libras. Cómo se refleja ésta ganancia económica en las Administraciones Públicas, acusadas de continuo de tamaños de plantilla no justificados, es no siempre justificado por quien ha de hacerlo.

Y la optimización de la producción es tangible en la realidad. La introducción de las TIC en las Administraciones Públicas incrementa su productividad ciertamente, y puede encontrarse evidencias de ello simplemente si se buscan. Tener que manejar datos públicos limita el argumentario, pero no lo hace imposible. Lo único malo es que le obliga a uno a ceñirse a los clásicos, las entidades que recaudan impuestos, sobre las cuáles suele haber suficiente información pública. Es el caso en España de la Agencia Tributaria. Si uno revisa los datos estadísticos que facilita, no es difícil obtener la secuencia histórica de los principales impuestos. El más visible de ellos es el tradicional impuesto del IRPF. De igual modo, puede obtenerse la evolución de su plantilla acudiendo al "Boletin del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas", que facilita datos diferenciados de la evolución de personal en la AEAT. Comparando ambos datos puede observarse como con una plantilla constante, el número de declaraciones de IRPF tratadas ha sido creciente, permitiendo además absorber los variaciones de demanda provocadas por los cambios de ciclo económico. 


Cálculos similares puede hacerse en cada unidad administrativa con los datos de lo que dispone. Demostrar la realidad del más con menos de las TIC, es tan solo cuestión de voluntad.



4 comentarios:

  1. La AEAT es un magnífico ejemplo de que se puede ya que es donde en más intensidad y más visible se hace el e-gov. La cuestión es aprovechar la oportunidad para cambiar todo aquello que es preciso en materia de personas. El profesor Francisco Longo apunta algunas líneas: http://prensa.esadeblogs.com/06/20/espana-siete-patologias-del-empleo-publico/

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  2. El artículo de Longo es bueno y pone algunos de los problemas necesarios de resolver sobre la mesas. No obstante, resulta contradictorio en algún punto. Si nuestro procentaje público respecto a EU era inferior, es lógico que se haya incrementado. especialmente en los sectores relacionados con el Estado del Bienestar, ligados a las CCAA y en los que estábamos en un estado de desarrollo bajo (y seguimos estándolo, ver blog de V. Navarro).

    También es lógico que los sueldos públicos subieran en los últimos años más que la media privada, ya que en la segunda mitad de los 90 hubo una congelación salarial, mientras los sueldos privados seguían subiendo.

    Tampoco estoy de acuerdo en que los servicios prestados por el sector privado serían más eficientes, como parece desprenderse de su último punto.

    En otros puntos, como el exceso de personal de baja cualificación técnica, estoy de acuerdo, aunque supongo que alguien podría discuitir esto también.

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  3. Hola, Andrés:

    De nuevo, felicitaciones por el artículo. Nada mejor que unos datos para hacer pedagogía pública en estos momentos de estúpida y falsa austeridad neoliberal.

    Como muchos podrán comprobar, gracias a tu texto, no sólo la AGE no ha disparado la contratación de personal sino que, además, ha aumentado sus ratios de eficacia, eficiencia... y ahorro.

    Por este afán divulgador, ¡gracias!

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  4. Respecto al punto que queda abierto a la respuesta a ocortes, el exceso de personal de baja cualificación me gustaría aportar algo.

    Lo que el artículo al que hacéis referencia dice es que "los empleos que no exigen titulación universitaria rondan el 70%", que no es lo mismo que el nivel de titulación que tengan las personas que ocupan esos puestos. Cuando la administración crea nuevos puestos (o creaba), se hace siempre tirando hacia abajo. Si hay titulados superiores deseando entrar en la administración aunque sea en plazas de grupos inferiores ¿para qué tirar hacia arriba?.

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