La e-consulta parece estar extendiéndose en nuestro país, o al menos eso uno quiere pensar. Recientemente, el reglamento de desarrollo parcial de la Ley 11/2007 o el “Manual Práctico de reutilización de información del Sector Público” del proyecto Aporta han sido casos con una cierta repercusión dentro del ámbito del Gobierno Electrónico. La Partcipación Electrónica es un tema recurrente en este blog. Cada uno escribe de lo que le preocupa y ocupa, y me viene esta vez a la cabeza tras leer un brillante artículo de "European Journal of ePractice" llamado "E-consultations: New tools for civic engagement or facades for political correctness?".
El artículo enuncia como es de esperar las ventajas de los procesos de e-consulta y sus dificultades y retos, algo frecuente en este y otros blogs, pero sobre todo, me ha sorprendido que alguien se plantee como evaluar el impacto de los procesos de e-consulta. O más bien la dificultad de realizarlo. Poco sabemos de cómo identificar si nuestras opiniones son tenidas en cuenta y si valen o no para cambiar las intenciones del Gobierno previas a la consulta. En ocasiones, no sería descabellado incluso el pensar en un posible futuro uso de la e-consulta por parte de los Gobiernos como vía de imponer políticas que no podrían llevara a cabo por su fuerza parlamentaria.
El artículo mencionado no llega más que a plantearse la pregunta, sin llegar a desarrollar respuestas y metodologías para identificar si existe o no impacto de las e-consultas en las políticas públicas. No obstante, siempre la pérfida albión sale en nuestro socorro. No puedo dejar de aconsejar la lectura del report del Cabinet Office "The Power of Information", dónde en una de sus recomendaciones al Gobierno Británico presenta los puntos que ha de tener una e-consulta. Claramente, nos queda aún mucho por mejorar, empezando por
- la presentación del material sobre el que se consulta
- la transparencia del proceso
- la habilitación de un diálogo ciudadano-ciudadano y no solo ciudadano-administración
Para todo ello, como bien indica la recomendación, hay soluciones técnicas. Algunas de ellas de poco coste y fácil implementación, como puede ser el uso de CommentPress sobre Wordpress. En el mismo sitio desde dónde puede descargarse (software libre) puede verse un ejemplo de su uso.
Mi experiencia me indica que debe haber una devolución de resultados de todo el proceso. En el caso de que no hayan sido muchas las aportaciones se puede remitir incluso una respuesta razonada de los motivos que han llevado a incorporar o rechazar las propuestas. En todo caso, conviene explicitar los puntos que han cambiado de la propuesta sometida a consulta. Es una regla básica de cualquier proceso participativo que también debiera ser aplicado a cualquier proceso de participación en internet.
ResponderEliminar[...] pública abierta es mejorable en los mismos aspectos que las anteriormente realizadas y de los que hable anteriormente: una trasparencia mejorable y carencia de una conversación abierta entre todas las [...]
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