viernes, 27 de mayo de 2011

Economía del regalo

Una de mi ultimas lecturas ha sido el libro "Linchpin", de Seth Godin. Por muchas razones, ha sido un libro que ha superado todas mis expectativas. Lo recomiendo a todos aquellos que crean que día a día pueden cambiarse a si mismo y a su entorno simplemente haciendo su trabajo lo mejor que saben,  situándose más allá de lo que es esperado que hagan. Es, en definitiva, un libro para los que no creemos en la existencia de reglas más que para romperlas.

No esperaba sin embargo encontrarme con un razonamiento perfecto de porqué día a día entro en twitter o semana a semana trato de escribir una o dos entradas en mi bitácora. He descubierto ser parte de la economía del regalo. Entrar en la red para dar y compartir, sin esperar nada a cambio pero terminando por recibir más de lo que se ha dado. Utilizar el trabajo regalado como plataforma para un enriquecimiento personal.

Lo necesario es no esperar reciprocidad. La reciprocidad es una maldición. Al dar una se aleja del aislamiento, ya que la reciprocidad o el pago introduce permite olvidar a la otra parte de la transacción. Dar algo introduce en la memoria colectiva de la comunidad que recibe tus regalos, y al mismo tiempo hace esa comunidad más fuerte y la extiende allá dónde tus regalos son propagados, abriéndote a nuevas fuentes de riqueza. Como enuncia la ley de Metcalf, el valor de la red crece exponencialmente con el crecimiento de su número de nodos.  Y con el valor de la red, crece el valor de cada nodo.

Porque el regalo genera riqueza. La plusvalía que damos crece exponencialmente al juntarse con la plusvalía del resto de la comunidad con la que compartimos. El regalo recibido solo impone una obligación: contribuir con otro regalo a que la plusvalía colectiva crezca. Y el mayor regalo es propagar el regalo recibido, además de dar los propios.

Y el mayor regalo es también dar gracias. Por eso acabo dando gracias a los que me introdujeron en la economía del regalo, a los que empecé a leer cuando opositaba y siguen siendo mis maestros. Ellos saben quienes son: @alorza, @balapiaka, @oscarcortes, @feserdel, @mgarrigap, @carlosguadian y una larga lista ...

5 comentarios:

  1. Coño! :)

    Tendré que leer este libro...

    Efectivamente, yo siempre he dado a la sociedad sin esperar nada a cambio.

    Al principio pensé que lo que escribía le interesaría a poca gente (o a ninguno).

    Pero con el tiempo he visto que a algunos sí que les interesa lo que yo hago.

    No tengo ninguna duda que esto es debido a que yo he aprendido muchísimo de otros (digamos, de la "sociedad").

    Con lo que "dar sin esperar reciprocidad" es, en el fondo, "dar teniendo seguro un retorno" dado que otros también dan.

    Es difícil de explicar si no estás metido en ello... ¿con lo que, a qué espera el resto de gente a meterse? :)

    Gracias por dar tanto...

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  2. Vaya hombre, muchas gracias.

    Es verdad, este asunto del intercambio engancha.

    En un mundo tan economicista como el actual, es un soplo de aire fresco comprobar que no todo tiene un precio, un precio económico, que hay muchas cosas que valen la pena y no necesariamente se miden en euros (me recuerda un anuncio de VISA, muy bueno).

    Como dicen en Japón, Domo Arigato, Andrés (un día te contaré el verdadero significado de esa expresión).

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  3. Compartir mis experiencias y mis ideas en el blog y participar en la gran conversación de la blogosfera pública ha sido siempre, para mí, una experiencia muy gratificante. Vamos, que sobre todo ha sido un "autoregalo", y ahora que me cuesta sacar tiempo para ello es una cosa que echo mucho de menos y estoy deseando de recuperar.

    Es un placer compartir esta experiencia con todos vosotros.

    Muchas gracias, a ti por este post, y a todos por compartir esta gran conversación.

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  4. Muchas gracias por el post. Fantástico. Realmente a veces es difícil dedicarle a todo esto el tiempo que se merece, pero sacar huecos para dar y compartir es una experiencia inigualable. El aprendizaje es continuo y por supuesto mutuo. Seguimos en la brecha. Un abrazo a todos.

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  5. Gracias a los cuatro y a los otros citados. Ha sido un placer conoceros en esto de la blogosfera, aprender de vosotros y crecer con vuestra generosidad.

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