martes, 23 de junio de 2009

Una aportación a la "Declaración abierta sobre servicios públicos 2.0"

(This post has an english version in "Electronic Notes")


La razón de ser de la Administración 2.0 es escuchar a los ciudadanos. La Administración 2.0 ha de ser la creación de los ciudadanos. Con el ánimo de contribuir a este proceso de creación David Osimo y  otros han puesto en marcha la iniciativa "Co-Creating an open declaration on Public Services 2.0". El objetivo es generar una aportación colectiva a la futura "Declaración Ministerial de Malmö", en la cual se definirán las líneas maestras del Gobierno Electrónico en la Unión Europea para los próximos años.


La razón de ser de la Administración 2.0 es escuchar a los ciudadanos. Quien escucha por la Administración son los empleados públicos. La redefinición del rol del empleado público dentro de la Administración 2.0, a la que me referí recientemente, será uno de sus habilitadores clave. Los Gobiernos han de aprovechar de un modo más efectivo el potencial de los empleados públicos en el diseño, creación y provisión de servicios y políticas públicas.


Desatar el potencial de innovación del empleado público requiere de muchas acciones habilitadoras:




  • Cambio de modelo del puesto de servicio

  • Flexibilización de las jornadas y horarios de servicio

  • Plataformas internas de gestión de conocimiento

  • Conexión y flujo entre conocimiento interno y externo


La última de ellas es quizás la más importante. Sólo se puede construir una Administración 2.0 si las ideas fluyen y se crean sinergias entre ciudadanos (clientes) y empleados públicos (suministradores). La otra cara de los servicios y políticas públicas bajo demanda de los ciudadanos (citizen-driven) es la existencia de una Administración que ponga en valor al empleado público (employee-centric). El establecimiento de un mecanismo de incentivos para la participación del empleado público en las redes sociales dónde los ciudadanos debaten sus ideas, es el habilitador clave de este flujo de ideas.


2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo que deben existir mecanismos que estimulen la utilización de nuevas herramientas, pero la tendencia debe ser que las mismas sean un instrumento más de trabajo del empleado público igual que hoy lo puede ser una aplicación informática que antes no existían. Para ello hay que hacer mucho esfuerzo en formación y en comunicación.

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  2. Pues a mi me parece que lo que hay que establecer, para facilitar la participación de los funcionarios en las redes sociales, son unas normas claras: hasta donde se puede llegar y hasta donde no. De otro modo, está sujeto al capricho del jefe de turno: cuando un artículo en el blog o un comentario no es de su agrado, puede tomar las correspondientes represalias...

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