Andamos ya de vacaciones, lo cual es siempre un buen momento para escribir esos post siempre aplazados. Por ejemplo, hablar del gobierno móvil o gobierno electrónico móvil, o lo que es lo mismo, el uso de la tecnología móvil para acceder a los servicios gubernamentales.
De acuerdo a datos de Eurostat, existían en España 111 líneas de telefonía móvil por cada 100 habitantes. Ello impulsa a pensar que la tecnología asociada a la telefonía móvil podría ser un canal de acceso a los servicios públicos con alto potencial de efectividad. Sin embargo, el despegue esta siendo lento, quizás por la aproximación tomada actualmente que adolece de un defecto fundamental: Considerar el gobierno móvil no como un canal en si mismo, sino como un subcanal del gobierno electrónico.
La aproximación del gobierno móvil como parte del gobierno electrónico, puede apreciarse en alguno de los ejemplos de servicios existentes. Las denominadas webs movilizadas, versiones de las webs públicas adaptadas a dispositivos de pequeño tamaño son el ejemplo más claro de ello. Basta ver las webs móviles del Ministerio de Industria, del Ministerio de Economía o del Ayuntamiento de Madrid. Dejando a un lado aspectos estéticos, en general todas ellas son de carácter informativo, con más texto que otro tipo de soporte audiovisual. Es decir, son subproductos de las webs para dispositivos de sobremesa.
Existen sin embargo otras aproximaciones que hacen más uso de las capacidades de la tecnología móvil. Complementar servicios de gobierno electrónico con una utilización de las posibilidades de la tecnología móvil ha sido explotado hábilmente por la AEAT. El uso de los SMS para obtener acceso y confirmar el borrador de la declaración del IRPF ha permitido realizar por medios electrónicos la misma a muchos de los que no se sienten capacitados o no desean hacer uso de la firma electrónica basada en certificados digitales (ya sea DNI-e o de otro proveedor).
El uso del dispositivo móvil como herramienta alternativa de firma electrónica, tal y como ha hecho la AEAT, está quizás insuficientemente explotado en las Administraciones Públicas en España. Se buscan formas complejas transposición del uso de certificados digitales de los dispositivos móviles a los dispositivos fijos, dejando sin explotar soluciones más sencillas ya utilizadas en el sector bancario haciendo uso, de nuevo, del canal SMS. Bastaría dar de alta nuestro número de teléfono móvil (presencial o electrónicamente) y asociarlo a un login/password para que pudiéramos hacer uso del mismo para firmar electrónicamente trámites públicos mediante códigos de un sólo uso. Administraciones Públicas como la Austriaca hacen uso de sistemas similares.
Y nos quedamos en esta entrega aquí, a la entrada de hablar del gobierno móvil sobre teléfonos inteligentes. Para ser vacaciones ya hemos hecho bastante ejercicio de desarrollo de textos.
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