martes, 8 de marzo de 2011

Incentivos fiscales y vida digital

Aunque en sucesivas ediciones del "Plan Avanza" se han dado incentivos económicos para la adopción de una vida digital, no recuerdo que nunca se haya hecho uso de la palanca de los incentivos fiscales de carácter global. Una reducción en la declaración de anual del IRPF cómo incentivo a la adopción de una vida digital tendría sentido por dos razones: Fomentaría el cambio de modelo económico y reduciría la huella medioambiental en nuestro país.

Existen diversos conceptos que serían susceptibles de ser incentivados fiscalmente de un modo razonado. En primer lugar, estaría la mera contratación de una conexión de banda ancha fija (la móvil podríamos considerarla como artículo de lujo). Durante años se ha estado incentivando mediante descuentos en el IRPF el "modelo económico del ladrillo" a través de las denominadas "cuenta vivienda", un modelo similar de descuento en IRPF durante un número acotado de años por adopción de banda de ancha a la unidad familiar, sería un claro aldabonazo para incrementar la penetración de la misma.

España figura a la cola en la adopción del teletrabajo. Existen diversos elementos tractores como la adopción ejemplarizante por las AAPP, pero el campo fiscal admite también un margen de maniobra, que impulsaría la adscripción voluntaria de los trabajadores a los programas voluntarios que ofrecen empresas, pudiéndo usarse también para que estas los ofrezcan.  Ofrecer una desgravación al empresario por cada empleado adscrito al programa  de teletrabajo empresarial y un incentivo fiscal a cada uno de ellos, similar a los descuentos fiscales por los planes de pensiones que ofrecen las empresas, supondría de un lado un incentivo a la adopción de la vida digittal, pero de otro tendría también un claro impacto sobre la factura energética total y la huella medioambiental del país.

Finalmente, sería posible hacer un traslado del ahorro de costes de la desmaterialización de la Administración que trae consigo el Gobierno Electrónico a los ciudadanos. Hablamos muchas veces que no existe incentivo contra la piratería ya que la venta comercial de música o libros no incluye la rebaja de coste derivada de la virtualización. Es de suponer que algo similar nos sucede con el Gobierno Electrónico. Alcanzar cotas de uso mayores que las actuales, además que ello supondría tener una estadística fiable de uso,  podría apalancarse sobre un descuento fiscal sobre transacciones electrónicas relevantes relacionadas con las Administraciones Públicas (e.g. declaraciones de impuestos, citas previas sanitarias, becas, ...).

Probablemente no es la mejor epoca para hacer uso de la palanca fiscal para la adopción de una política pública, pero la adopción del nuevo modelo económico, por sus ventajas finales para el país, es un escenario donde sería claramente beneficioso.

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