sábado, 2 de julio de 2011

¿Tienen sitio los nativos digitales en las Administraciones Públicas?

Hace ya un tiempo leí un resumen de una conferencia o declaraciones de D. Tapscott (@dtapscott) , uno de mis gurús de cabecera. Planteaba vagamente lo que podiamos aprender de los nativos digitales y su uso de las tecnologías, así como las acciones a seguir para retenerlos en las empresas. Leyendo punto por punto, es fácil deducir el problema que vamos a tener en unas AAPP incapaces de hacer atractivo su entorno como lugar de trabajo de los nativos digitales.

Comencemos por repasar  la lista de tecnologías que los nativos digitales ven como obsoletas:
  • No veo una desaparición del e-mail en el corto plazo en la AAPP. Recientemente, por ejemplo, conozco de una persona de un cuerpo superior que pidió clases de twitter (podía haberlas pedido de respirar!!). El e-mail ha tardado más de una decada en ser instrumento de trabajo en la Administración. Cuando twitter lo sea, los nativos digitales se habrán olvidado de nosotros. 
  • La resistencia a la nube es infinita. Conozco, y no exagero, quien no sabe que es gmail y no se cree que el correo electrónico pueda ser gratis y al mismo tiempo fiable
  • La eliminación de los websites pasando del contenido a la relación, es algo imposible. Las webs públicas están para difundir no para colaborar, para imponer obligaciones y no para satisfacer el derecho de participar. Basta ver el indice de RTs y Replies a ciudadanos en las cuentas públicas twitter existentes. Solo el mensaje, por muy vacuo que sea, importa, el diálogo y el debate se diluyen entre los bits
  • EL PC campa por sus dominios. Aún con las innegables facilidades de las tabletas, se ven como juguetes. Eso no vale para tomar notas, he llegado a oir, Mire las manos de quien lo decía, y sorprendentemente no tenía dedos de morcilla.
  • Vaya usted a pedir un móvil. Con la demagógica campaña de algunos, se dan con cuentagotas, y el acceso a Internet, es sólo cosa de altos cargos en algunos Ministerios. Eso de la productividad de poder responder en cualquier momento a cualquier cosa, no tiene hueco entre lo público. El 24x7 debe ser algo más que una sede electrónica
Y si vamos al campo de la relación empresa-trabajador, conseguimos el pleno de acciones destructoras de una rica vida laboral
  • La delegación de responsabilidad, directamente no existe. La tendencia a la mesa camilla es imparable. Cualquier responsable de cualquier nivel se siente impelido a ir a toda reunión de su departamento. Sólo la falta del don de la ubicuidad les impide conseguirlo.
  • La formación sobra a raudales. Quitale tu a un empleado público medio su "derecho" a la información, al curso anual en que se incribe para poder salir del organismo unas horas. Hablale de innovar, de estar conectado a redes de conocimiento a través de Internet, de relaciones virtuales ... Veras que cara te pone.
  • El presencialismo extendido ha ganado su batalla por siempre. Sirve de poco explicar lo bien que curras en casa. El teletrabajo no existe y si aparece, se encontrará como acusarle de inseguro (a.k.a. no utilizable). Juntemoslo con la persistencia campaña anti-moviles. Resultado: El funcionario en la oficina y con la pata quebrada.
  • Transparencia es un vocablo que se aparece quince dias antes de las elecciones 
  • Las relaciones informales más allá de la jerarquia son siempre vistas con mal ojo. A ver si vas a hablar con quien no debes. La batalla contra la cultura de silos es más un concepto que una realidad. Varias veces he tenido que oir eso de "No te fies de fulanito q tiene un blog" o "No hables con menganito que está en twitter".  Las herramientas de construir redes informales, son poco menos que el diablo con cuernos y rabo

Y con estos nimbres, queremos abrirno al mundo interconectado. No esperemos cola de nativos digitales en el empleo público. Y eso, lleva al cementerio.

9 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo, y además no es que no vayan a hacer cola, es que directamente no podrán. El futuro nos depara un sector público "mas delgado", muy pocas plazas convocadas y muchas amortizadas, asi que mucho ojo con la brecha digital que viene entre empleado público y ciudadano, estos cada vez más jóvenes y aquellos cada vez más mayores.

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  2. Pues si, Antonio. Esa es otra. Si ya las AAPP están alejadas a veces de los ciudadanos, cuando no sepan usar el canal de preferencia de los ciudadanos para la relación con ellos, el gap puede ser difícilmente superable.

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  3. En líneas generales estoy muy de acuerdo con el artículo (la teleformación es, según la materia y extensión, objetable; aunque es cierto que habría que "modernizar" los contenidos).

    Con todo, tal vez la peor parte se la lleven los funcionarios que, sin ser necesariamente nativos digitales, intentan estar al día y usar en sus puestos lo que "en la calle" es cotidiano. El muro con que se encuentran suele ser infranqueable y desmotivador...

    ¿Y qué hacemos con los funcionarios que se han quedado en la era de la máquina de escribir? Como trabajadores públicos, nadie nos puede exigir que seamos ingenieros informáticos, pero sí considero una obligación la actualización continua (y aquí cuenta mucho la propia iniciativa) para evitar una brecha que, en demasiados casos, es vergonzante.

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  4. ¿Qué decir, tras veinte años de función pública? Que es incontestable, inobjetable, inmatizable. Y así nos luce el pelo a todos a ambos lados del mostrador (en algunos sitios aún hay mostradores y aún se ven las marcas del panel de ventanillas).

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  5. hay sitios y sitios, pero los órganos centrales (tipo subses) suelen ser los templos del oscurantismo - se ve que el aire de la calle no llega nunca a esos lugares

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  6. Lo has descrito muy bien pero aún asumiendo que entrarán bastantes menos que saldrán , el futuro - y no muy lejano- es que los nativos digitales se irán incorporando a la Administración. Esto unnido a la presión ciudadana y a que tarde o temprano "la Administración debe seguir a la sociedad como la sombra al cuerpo" (Joan Prats) hará que las cosas vayan cambiando. Eso espero...

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  7. Como "casi" nativa digital (28 años, me crié un un 286 en casa) trabajando en la AAPP local... tristemente, no puedo estar más de acuerdo! Faltaría añadir en la relación empresa-trabajador, la desconfianza orgánica en las relaciones jerarquicas (sobretodo con los cambios electorales donde todo el mundo reinventa la rueda y nadie saber hacer nada bien salvo los recién llegados) y la cultura del "redacta-informes-a-punta-pala" para que parezca que hacemos muchísimo.
    Qué decir de los idiomas... cuando no puedo pasar ninguna documentación en inglés a ciertos departamentos porque NADIE entiende o quiere hacer el esfuerzo de entender.

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  8. no había leido este post (debe ser esto del cambio horario) y no puedo más que felicitarte por haber dado en el clavo. Me gustaría añadir que, por desgracia, no has exagerado un pelo. Hay una necesidad extrema del cambio cultural y para eso no hace falta ser un guru tecnologico.
    Me pregunto porqué la administración ha llegado a esto. No se si lo que le ha faltado es evolución o qué. Cuales han sido las circunstancias previas para esto...

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