viernes, 1 de octubre de 2010

Darwin y las Administraciones Públicas

Los textos clásicos admiten dos, tres y hasta cuatro lecturas distintas. Diferentes significados para unas mismas líneas, variadas interpretaciones de sus párrafos dependiendo del contexto de aplicación. Una de estas obras intemporales es “Sobre el origen de las especies”, de Charles Darwin, repleta de consejos para esta rara avis que es la Administración Pública sobre la necesidad de transformarse y cómo realizarlo, sobre el papel de las nuevas tecnologías en la transformación y las resistencias a qué este papel sea asumido.



If any one species does not become modified and improved in a corresponding degree with its competitors, it will soon be exterminated.



Porque la transformación, es necesaria. La Administración ha de demostrar que es al menos tan eficiente y más efectiva que aquellos que quieren su reducción. Hay que buscar nuevas formas de poner en valor lo público como servicio y no como negocio. Pero ello sólo puede hacerse desde la clave de hacer más, porque hacer más con lo mismo es posible con el concurso de las nuevas tecnologías, empotrando las mismas en los procesos de negocios hasta confundirse con los mismos. Existen sin emabrgo resistencias internas a ello.




Organs now of trifling importance have probably in some cases been of high importance to an early progenitor.




Esta transformación supone acabar con lo que ha dejado de ser útil. Y ello implica resistencias, la mayor de ellas de quienes ven que desaparece su importancia ante la automatización. La excusa es sabida: “Las tecnologías de la información no son el negocio, son sólo su soporte”. El arma contra la transformación que provocan es también conocida: “Externalicemos lo que nos es parte del núcleo de negocio”. La excusa perfecta para que todo siga igual es que las tecnologías de la información sean sólo soporte, no vector de transformación. Luchan por abortar la creación del nuevo órgano que convierta les convierta en órgano obsoleto. La mejor manera de mantener las tecnologías de información sólo como soporte, es su externalización. La mejor manera de garantizar la perpetuación de las ineficiencias, es no utilizando su capacidad de transformación haciéndolas parte del negocio  en lugar de los organos obsoletos.





No complex instinct can possibly be produced through natural selection, except by the slow and gradual accumulation of numerous, slight, yet profitable variations.




El camino de la transformación aún es largo. Es una acumulación de variaciones hasta que se asuma el nuevo órgano como propio, hasta que el diseño de cada proceso de negocio se haga teniendo en mente la existencia de la tecnología y no sea está un simple añadido posterior para meras reducciones de tiempo. Es eliminar intervención de órganos obsoletos, reeducar sus funciones para realizar otras que aporten más valor, y aquí de nuevo aparece la resistencia al cambio. Y en este camino de transformación no hay atajos, hay que recorrer cada trecho del camino regulación en mano. Las variaciones han de ser impulsadas, pero ha de saber convencerse a quien boletín oficial en mano puede consolidar los nuevos instintos y órganos que necesita la Administración Pública.

3 comentarios:

  1. En las pequeñas administraciones locales (me imagino que en las otras también) el peor escollo es la resistencia al cambio. Hasta los más voluntariosos me dicen: "Esto ya se intentó y fue un fracaso. Ahora no me pillas y no voy a participar en ningún proyecto".
    En una empresa privada, les podría decir que, si no cambian, desaparecerán ellos y sus puestos de trabajo; pero agarrados a su "plaza en propiedad" (menuda expresión), las amenazas no sirven. ¿Alguna sugerencia?

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  2. Tratar de quedar como un hijoputa a riesgo de quedar como un gilipollas. Ver este gran post de Crandell

    http://www.k-government.com/2008/07/18/hijoputa_y_gilipollas_con_perdn/

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  3. Espero tener más suerte, pero visto los antecedentes...

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