Gracias al diálogo que tuve con Felix Serrano en una entrada anterior, tuve la suerte de descubrir el blog de Seth Godith. Desde entonces, procuro seguirlo con frecuencia, disfrutando de su modo sencillo de contar las cosas. Una aplicación diaria del principio KISS (Keep it simple, stupid).
Recientemente, el autor americano encadenó tres entradas que, en mi opinión, son el perfecto resumen de cuáles son las causas para la escasa implantación de la cultura y las tecnologías web 2.0 en lo público, extensible a ser las causas de los lastres de cualquier tipo de innovación en el mundo de la Administración, sea cuál sea el ámbito territorial y nacionalidad de la misma (tan sólo parece apreciarse en la Administración Obama una excepción).
Estas causas por las que me preguntaba hace unos días son:
- Tratamiento huidizo de las nuevas fronteras. Da igual cuál de los dos tipos de situaciones al respecto de las que enumera Godin sea con la que se encuentre la Administración. Ante límites rígidos, se rehuye el cambio. Ante la falta de límites, se tiene el miedo al vacío, a experimentar y buscar nuevos espacios. El cambio o no se afronta o se afronta tarde. Y el cambio, la nueva frontera del Gobierno Electrónico ahora se llama 2.0
- Objetivos imprecisos. No se busca en muchas ocasiones un fin concreto, no se adquieren compromisos en firme. Cuando la innovación requiere, y es el caso del 2.0, de la colaboración de la Sociedad para su éxito, hace falta realizar una gestión adecuada de las expectativas, establecer un contrato en firme detallando a la otra parte que va a obtener a cambio. En el espíritu de la segunda de las entradas de Godin, sólo quién tiene objetivos puede llevar a cabo el cambio.
- Insuficiente flexibilidad y espíritu de mejora. Las iniciativas de la Administración o triunfan a la primera o viven una plácida languidez antes de morir o ser retomadas tras mucho tiempo. El fracaso no incita, de acuerdo a la tercera de las entradas de Godin, a tratar de hacerlo más y mejor, sino a tratar de enterrar lo fallido.
Se podría desarrollar hasta el infinito y descomponer aún más estos argumentos, como hicieron en dos entradas de sus bitácoras Iñaki Ortiz y Oscar Cortes, pero dejémoslo así de simple. La receta para progresar en la cultura 2.0, en particular, para que, en general, la innovación social sea una realidad en la Administración, es, tal como recientemente escribió Daniel Innerarity, es que tengamos "la capacidad de distanciarnos de las propias rutinas, de lo sabido, de los estereotipos y tener la capacidad de no contentarnos con lo adquirido".