Hace unos días, publiqué una entrada sobre los retos a los que nos enfrentamos en la implantación del Gobierno Abierto. Uno de los temas tratados eran los retos de la transparencia. Ilustraré con un par de ejemplos como todo se reduce a un aspecto culinario, a encontrar cocineros honrados para alimentos defectuosos.
El viernes 4/6/2010, el Gobierno Británico publicó en formato reusable los datos financieros de sus actividades, la base de datos COINS. Navegar por ese mar de datos es un ejercicio proceloso. Nisiquiera lo he intentado en crudo sino a través de la aplicación desarrollada por The Guardian, y he sido incapaz de encontrar lo que buscaba: El coste de desarrollo de data.gov.uk . La información está disponible, pero claramente es poco usable. Necesitamos quien nos ayude a digerirla, necesitamos un cocinero honrado que sin adulterar el alimento haga este digerible para todos los gustos. Las presentaciones no son neutrales, y no se me ocurre mejor manera de forzar dicha neutralidad mediante una condición de licenciamiento de los datos genérica introducida en la legislación de reutilización de información pública, que permita sancionar el uso espureo de la misma.
No basta sólo con eso. Lo ocurrido en Hungría nos lleva a la otra condición, la calidad de los datos. Como ya sucedió con Grecia, Hungría reconoce haber presentado datos financieros maquillados (solo se ha retractado del análisis no del hecho), datos del mismo tipo que los de la base de datos COINS. Si dichos datos hubieran sido liberados previamente para su reutilización, nuestro cocinero hubiera guisado con alimentos en malas condiciones. No podemos ya presumir de la buena fe de nuestros gobiernos.
Y por último, la facilitación de la información en tiempo. Recibir los alimentos es bueno, pero mejor es recibir alimentos no caducados. De nada sirve conocer en este momento conocer datos financieros de 2009, salvo como ejercicio retrospectivo y declaración de buenas intenciones, esta parte de la base de datos COINS carece relevancia.
Resumiendo, un asunto culinario. Cocineros honrados, para alimentos no adulterados y sin caducar.
[...] This post was mentioned on Twitter by Javier Majan .·. and Adriel Hampton, Andrés Nin. Andrés Nin said: [nuevo post] La transparencia: Un asunto culinario: http://wp.me/pkYDW-nf #opendata [...]
ResponderEliminarMi madre ya me lo decía: el truco para un buen cordero asado es conseguir un buen cordero ;-).
ResponderEliminarMenos mal que he puesto este comentario después de cenar, que si lo llego a hacer antes.... qué hambre!!!
Realmente es así, si el que cocina honrado, la suerte del plato dependerá exclusivamente de los ingredientes usados.
ResponderEliminarSaludos y muy buen artículo.
Muy acertada reflexión. Pero no nos quedemos en los datos. Es válida para cualquier tipo de información. Los ciudadanos no se informan vía los comunicados de prensa, boletines oficiales o diarios parlamentarios si no vía prensa y otros. Es decir, el tema que tocas es
ResponderEliminarmuy profundo y los datos sólo son un caso particular. En todo caso, yo sigo queriendo más y más (buenos) datos.
Información Bitacoras.com...
ResponderEliminarValora en Bitacoras.com: Hace unos días, publiqué una entrada sobre los retos a los que nos enfrentamos en la implantación del Gobierno Abierto. Uno de los temas tratados eran los retos de la transparencia. Ilustraré con un par de ejemplos como t......